En Doctor Welding seguimos hablando de la historia de la soldadura y el turno es ahora para los electrodos revestidos. Es de resaltar que el primer paso para la invención y desarrollo de la soldadura lo produjo Sir Humphry Davy en 1801 considerado por muchos como el fundador de la electroquímica. Cuándo descubrió que era posible conducir electricidad en el aire entre dos electrodos; de esa manera se descubrió el arco eléctrico. Los primeros electrodos en usarse fueron varillas sin ningún tipo de recubrimiento, las cuales producían arcos eléctricos inestables, cordones imperfectos, excesivas salpicaduras, además de una gran fragilidad del metal de soldadura por causa de la contaminación del charco. En el proceso de desarrollo de la soldadura, se comenzaron a utilizar revestimientos de diversos materiales orgánicos e inorgánicos; aunque en principio se hizo simplemente para generar estabilidad al arco, más que para producir soldaduras limpias.
Como se resaltó en el artículo anterior es en el año 1885, donde el ruso N Bernardos, determina la posibilidad de generar un charco metálico entre dos electrodos (un cátodo de carbón y un ánodo de metal) para unir piezas metálicas. Y de esta manera patenta el primer equipo de soldadura en Inglaterra.
Luego Slavianoff es el primero en crear un electrodo (metálico) consumible en 1892. El sueco Oscar Kjellberg, es el primero en patentar un electrodo con revestimiento en 1907; además fue el fundador de la compañía ESAB.
En los Estados Unidos en el año de 1912, los señores Strohmenger Slaughter patentaron el primer electrodo con grueso recubrimiento, el cual comenzó a utilizarse a nivel industrial. Este tuvo una aceptación bastante lenta por causa de su alto costo. Desde los inicios de la década de 1920 se comenzó a investigar sobre la protección gaseosa para la operación de soldadura, pero por causa del desarrollo y masificación del proceso SMAW se perdió el interés por los procesos con protección gaseosa.
Entre los años 1930 – 1935 las operaciones con el proceso SMAW alcanzaron las áreas de infraestructura pesada; fue en aquellos años que se construyeron los primeros barcos totalmente soldados tanto en los Estados Unidos como en Alemania; además y de manera simultánea en el año 1932 comenzaban a hacerse experimentos con electrodos continuos protegidos por fundentes granulados, y de esta manera y a partir del año 1935 se consolido el proceso SAW de arco sumergido en la construcción de barcos y la fabricación de tuberías; fue también en aquel año (1935) que se introdujo la utilización de la Corriente Alterna, la cual frente a sus ventajas estaban sus dificultades en cuanto a estabilidad del arco, causas que fomentaron la creación de mejores revestimientos para los electrodos revestidos SMAW.
El primer proceso con protección gaseosa fue llamado HELIARC, denominado así ya que el primer gas de protección utilizado fue el Helio, y es el proceso conocido como GTAW, Gas Tungsten Arc Welding en principio se utilizaba con CC, se fue optimizando al utilizarlo con CA, y posteriormente con la implementación de las unidades de alta frecuencia con lo cual se logró mayor estabilidad del arco, así como la posibilidad de soldar metales con alta conductividad térmica y de reducidos espesores. Ya para el comienzo de la década de los 40, se consolidó el uso del Argón como gas protector del arco. Entre los años 1938 – 1940 se descubrió que, por causa de las altas temperaturas del centro del arco, los elementos del recubrimiento (fundente) al descomponerse atómicamente producían CO₂ de tal manera que resulto en un gas de excelentes cualidades como agente protector del arco.
El proceso GTAW se consolidó en la producción de soldaduras sobre metales muy reactivos, y de limitados espesores; de tal manera que aún existía una gran falencia en cuanto a procesos productivos, por lo cual para el año 1948 se crea el proceso GMAW Gas Metal Arc Welding, partiendo del anterior al imitar el Wolframio con un electrodo de alambre continuo. El proceso inicialmente utilizó gases inertes (He, Ar) y posteriormente gases activos (CO₂) los cuales hasta hoy se siguen utilizando de manera continua. En aras de la generación de un proceso de alta productividad, pero más sencillo que el GMAW, se comenzó a ensayar con electrodos revestidos de gran longitud, pero estos al ser enrollados agrietaban y se deprendía el recubrimiento; por ello y después de varias investigaciones, para el año 1957 se lanzó al mercado el proceso FCAW, el cual inicialmente se utilizaría con gas de protección y después sin este.
Hoy día se encuentra una gran variedad de electrodos para diferentes aplicaciones tanto para construcción como también para reparación y recubrimientos duros, para utilizarse con o sin gas. El avance tecnológico ha llevado a optimizar y a derivar procesos, más que a crear nuevos, tenemos por ejemplo las aplicaciones laser, electro escoria, soldadura de plasma, hasta la creación de piezas completamente por soldadura, sin ningún tipo de maquinado.
Es indudable que los procesos productivos existentes sean el FCAW y el GMAW son los de mayor trascendencia; estos se utilizan en la construcción de líneas de tuberías, estructuras, tanques de almacenamiento; así como también en la fabricación de elementos metálicos industriales.
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